2016-05-01

Reseña y Opinión: Reyes del Amanecer (Paul Kearney) Val: 766

Fichita: 
Editorial: Alamut
Escritor: Paul Kearney
Páginas : 259
ISBN : 978-84-9889-091-4
Original : Kings of Morning
Valoración: 766
Traductor: Núria Gres
Status: Interesante
Categoría:  Fantasía Épica
Serie: Trilogía de los Macht (3)
Precio (aprox.) :  22,95







Opinión:
 
Con estar tercera entrega finaliza la Trilogía de los Macht. En esta tercera entrega no llega al nivel de calidad de la segunda entrega y es más una extensión de la segunda entrega que una historia en si misma. En esta ocasión seguimos el desarrollo previsible de Corvus y su reino de los Macht unificados hacía la conquista del imperio Asurio (un espejo de una cultura parecida a la Persa) como objetivo final de las ambiciones de Corvus, el destino de Corvus ya está cumplido.

La portado es muy evocadora y esta vez mientras que en Corvus aparecía en la portada precisamente el verdadero protagonista Rictus. En esta si que vemos al rey de los Macht. Aún así el protagonista siempre es el mismo y Corvus es un secundario importante pero nada más.

Rictus empieza en la narración con una edad más que madura en esta novela y vamos viendo su evolución rápida a viejo debido a una vida de lucha y desgaste continuado como guerrero. Hay un momento en la historia que hay un click, un cambio en la posición del personaje que es clave al respecto de esta transición de soldado a espectador. Más pronunciado al final de la historia, Rictus siempre y en todo momento se convierte en una figura contrapunto y perpendicular a Corvus. Ante sus deseos y ambiciones. La relación tiene rasgos paterno-filiales desde el primer momento y que se acentúan en la transición  vital de Rictus.  Rictus asume un papel cada vez mas de consejero pero no pierde de vista su propia naturaleza violenta. Y es de eso precisamente lo que ha tratado toda la trilogía en todo momento. Del protagonista contra si mismo. De su naturaleza belicosa con sus cualidades y talentos para el combate junto con su necesidad de vivir un mundo que puede entender y asumir por su simplicidad: matar o morir. Es ahí donde Rictus se encuentra cómodo y encuentra la paz antes sus fantasmas. En Rictus la lucha aparece como una forma de vivir que esta por encima de la justificación del porque se lucha. No importa en ningún momento el porque. Lo único que importa es el trabajo que sabe hacer que es matar. El conflicto se genera porque él pretenden alejarse de ello en todo momento, Nunca llega a reflexionar profundamente sobre su vida. Tiene miedo de lo que puede ver, se hace ilusiones con pretender  ser una persona que pueda echar raíces y ser feliz, dejar esa vida de muerte. Pero que no lo consigue en ningún momento, se trata de trascender entre el talento y el deseo de ser lo que no se es . Hasta al final del libro no asume su condición más por su incapacidad de luchar, porque el cuerpo ya no le sigue que por una confirmación propia. Cuando mira atrás solo observa lo que pudo ser y no fue. Paul escribe la historia sin dramatizarlo innecesariamente, no lo convierte en un sermón y es de agradecer; no se percibe ninguna justificación ni tampoco ninguna conclusión al respecto ni juicio de valores. La vida en el fondo es así , La vida es aquello que sucede mientras hacemos planes.   En el fondo Rictus no llega a madurar nunca como persona, Solo en la vejez lo entrevé pero siendo tarde no se enfrenta a ese autoconocimiento ni lo martiriza, asume sus errores.  La madurez no deja de ser la aceptación de las cualidades, vilezas, virtudes y defectos de cada uno y ser capaz de dormir con ello, asumir dicha naturaleza ser capaz de dominarla, reconducirla forma parte del proceso. La civilización es el arte de esconder nuestra naturaleza entre todos. Madurar en el fondo es asumir quien se es y dejar de pensar quien nos gustaría ser.

Hay muchas frases en el libro que se alinean con esta concepción. Desde el grito al combate: Nos pagan por luchar y morir.  En ella se ve la incapacidad que tienen los guerreros para justificar su lucha, el porque toman un bando o otro es puramente coyuntural o casi azaroso aunque en la primera entrega hablamos de mercenarios y por tanto de trabajo sin necesidad de justificación aquí ya no tenemos mercenarios sino soldados de un ejercito con algún motivo aunque siempre sea ridículo o estupido.

El hecho que los soldados que hoy luchan a muerte mañana van de la mano ante un nuevo enemigo.  El que hoy mató a tu hermano mañana le salvarás la vida en otra batalla. La curiosidad y el ansía de gloria y de trascendencia, del botín de la conquista. Es lo que los hace seguir y seguir.  El mundo que retrata Paul no es nuevo es el clásico de las novelas fantásticas o no de contexto medieval pero en crudeza pocos le gana.

Corvus en un momento de la narración afirma que si no fuera por la gloria no se embarcaría en dichas aventuras de conquista y Rictus aunque aplica cierto cinismo sobre la frase lo hace con el tono del que sabe que en su juventud y en su más profunda alma pensó igual. Justifica la muerte de inocentes y soldados sólo por la visión de pasar a la historia en la gloria de la victoria. Algo muy difícil de entender en nuestra vida real moderna llena de pragmatismo y mucho más concienciada,  pero que en pueblos de la historia de Europa con las polis griegas, por ejemplo, era una forma de vida y con un objetivo de proyecto de vida en si mismo.

También se hace mención a frases tan elocuentes como: Quien no tiene un objetivo en la vida ya esta muerto. O para mi la que mejor define todo la forma de vida de los Macht, reza más o menos así:  Cuando más cambian las cosas más...(más se parece todo)  (En referencia a que realmente haya un rey o otro, gane uno o otro, al mundo le da igual, no se detiene  y sigue rodando, todo sigue igual, y a nadie le importa un comino más que a los propios reyes y sus ansías de gloria y conceptos parecidos. Y a las familias que pierden a sus seres queridos en cada contienda)

Decían las madres de los soldados espartanos que ante la batalla solo se podía volver con el escudo en la mano o encima de él. No había mayor vergüenza para una familia que la de un hijo huyendo del combate y tirando el escudo para poder correr más y salvar su vida.

La gloria, el orgullo, la vergüenza del perdedor, la cobardía eran fundamentales para entender como vivían esos pueblos belicosos.  La trilogía Macht escenifica bien dicha forma de entender aquella  existencia.

La narración utiliza el lenguaje de forma muy adecuada, existen frases hechas , tratamientos sobre la religión de cada pueblo, sobre sus lunas y dioses su mitología muy trabajadas que dan una coherencia lectora a toda la serie.  La narración balancea entre la tercera persona y la primera persona de algunos personajes que van perdiendo condición exceptuando Rictus. Curiosamente Corvus nunca adquiere dicha condición. Puede que sea uno de los elementos narrativos menos logrado meterse en la narración en primera persona de un personaje para que en caso de Kurut, el esclavo, vaya perdiendo importancia, es algo mejorable en la estructura narrativa te llega a implicar en las razones de un personaje y luego se diluye demasiado.  Los personajes son interesantes, diferentes y cada uno de ellos tiene sus necesidades y sus motivos.
La historia se explica a través de 3 grandes hilos narrativos que van convergiendo en diferentes fases finales de la historia.

La historia en absolutamente adulta, cruda en muchos aspectos hay frases muy ingeniosas como cuando los soldados están a minutos de entrar en batalla y morir y se hacen chistes entre ellos. Recuerdo una que me gusto mucho cuando un centurión de una falange se mofa de otro diciendo: Los mejores de ellos resbalaron por la pierna de su madre.  Es bizarra, políticamente incorrecta, machista, misógena y todos lo apelativos que queramos darle. Pero la sensación de realismo en la historia hace verosímil todo el conjunto.

En su conjunto la trilogía ha sido muy divertida y emocionante, mucho mejor que la ambiciosa Las Monarquías de Dios del mismo auotr que en parte se sustenta en la misma idea narrativa pero que se pierde en demasiadas historias mal resueltas.

Contraportada:
Tras lograr el objetivo aparentemente imposible de unificar a las belicosas polis macht en una sola nación, el genio militar de Corvus se dirige al otro lado del mar. Allí se extiende el vasto Imperio asurio, una antiquísima civilización cuyo poder han padecido los macht durante siglos. Pero hoy, Corvus se propone invertir las tornas y llevar la guerra de conquista al corazón del Imperio. 
Rictus, el lugarteniente de Corvus, conoce bien el Imperio: en su juventud lideró la retirada de los Diez Mil, una hazaña épica cuyos ecos resuenan en la historia. Ahora, unido a Corvus, realizará el camino inverso en condiciones muy diferentes: con un ejército bien pertrechado e inspirado por un rey carismático. 
Pero el viejo Imperio, aunque lento en moverse, tiene a su disposición un gigantesco poderío militar, y bien puede estar dejando internarse a la hueste macht sin presentar demasiada resistencia para luego cerrar bruscamente la trampa sobre ella, y así poner fin a los sueños de conquista del prodigioso Corvus.

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